miércoles, 30 de enero de 2008

En el cine lo veo todo torcido

Al igual que los políticos en las precampañas, el pasado viernes prometí que volvería a entrar nuevamente en el mundo de los blogs para escribir ni que fuera unas palabras.
Pues ya que estamos comentaré una de las conversaciones que tuvimos ese día, y que por lo que parece a todo el mundo le hizo gracia.
NO SE MIRAR LA PANTALLA RECTA SI ME PONEN SUBTÍTULOS.
La pobre chica que se sentó a mi lado, aún debe pensar que tengo problemas "mentales" porque no dejé de mirarla durante toda la película. Suerte que el novio, o no me vió o fue comprensible y entendió a la primera el problema que me aquejaba. De otra forma, me parte la cara (y me la pone recta).
Desde pequeño, cuando voy al cine y me ponen subtítulos acostumbro a girar la cabeza y a mirar lo que sucede de reojo. Es una manía de mi época cegato (aquella en que no asumía que debía llevar gafas) que he asimilado como normal aún llevando gafas.
Y mi pregunta entonces es, ¿quien no tiene manías? Bien que los futbolistas entran al terreno de juego con el pie izquierdo, tocandose el pelo,...
A ellos no se les critica porque son estrellas, verdad?
A si pues tengo varias opciones para solucionar mi problema:
1- Ir a un loquero/oftalmólogo para que pueda corregirme el vicio (poco útil)
2- Ir más al cine y esperar que el novio de turno me devuelva la cara a la posición normal (algo dolorosa).
3- Torcer el patio de butacas y así los que miraréis torcido seréis vosotros (estoy fuerte pero no tanto)
4- No hacer caso de quien de mi se ...